En esta página puede obtener un análisis detallado de una palabra o frase, producido utilizando la mejor tecnología de inteligencia artificial hasta la fecha:
La India se desarrolla como una economía de libre mercado, a pesar de mantener rasgos de antiguas políticas autárquicas, la moneda es la rupia. La liberalización económica, incluyéndose el sector industrial, la privatización de empresas públicas y la reducción de los controles de las inversiones externas y del comercio comenzaron en los años 1990, esto sirvió para acelerar el crecimiento del país, que ha superado los 7% al año desde el 1997.[11] El país tiene la quinta economía más importante del mundo en términos de paridad de poder adquisitivo (PPA), con un producto nacional bruto de-4,06 billones de $ el 2010.[11]
La economía del país es diversificada; hay desde actividades agrícolas tradicionales en pequeños pueblos y artesanía, hasta una gran diversidad de industrias y servicios modernos. Poco más de mitad de la mano de obra trabaja en la agricultura, pero el sector de servicios es lo más importante de la economía del país, y es responsable por mitad del PIB nacional, ocupando 1/3 de la fuerza de trabajo.[11] La llegada de la era digital así como la existencia de un gran número de personas alfabetizadas, con formación educativa y con dominio del inglés, está convirtiendo este país en uno de los lugares preferidos para la ubicación de las actividades internas de las empresas, para tornarse un importante exportador de servicios de tecnología y software. Así mismo, la India es el mayor exportador de trabajadores altamente cualificados de servicios informáticos y financieros. El país se ha recuperado bien de la crisis del 2010, principalmente debido a su fuerte mercado interno, y el crecimiento real ha sobrepasado los 8%.[11]
La economía india siguió un modelo inspirado en el socialismo durante la mayor parte de su historia, con un férreo control sobre la participación del sector privado, comercio exterior e inversión extranjera directa. Sin embargo, desde los 90, paulatinamente la India ha abierto su mercado interior a través de reducciones del control del gobierno sobre el comercio exterior y la movilidad de capitales. La privatización de las industrias públicas y la apertura de ciertos sectores a los inversores internacionales se han producido en medio de enardecidas discusiones sobre la conveniencia de tales medidas.
La India se enfrenta a un elevado ritmo de crecimiento poblacional y al desafío que supone reducir las desigualdades económicas y sociales. La pobreza continúa siendo un delicado problema, a pesar de su disminución desde la independencia sobre todo debido a la revolución verde. En 2016, el 10% más rico de la población posee 55% del ingreso nacional.[12]